Cuando se escribe siempre
Se tiene un motivo para llenar
De sentires un espacio dormido.
Hace ya tiempo que gasto lápices;
Nada sobra en las letras
Que no falte.
Por eso y por tantas cosas
Que sin escribir escribo,
Que aunque no te tenga
Siempre estás conmigo.
Y en la medida que nuestro
Tiempo diga que para dos
No dan fruto las aspas del molino,
Más quieren las letras que duerma
Contigo.
La imperiosa necesidad de acompañar
El pensamiento y darle sentido,
No es la forma que yo quiera darle,
Sino por ti y a través de ti, que lo que yo
Escriba no tenga que sufrir
Lo que sufro, digo, cuando no vienes
Sin ser tuya la culpa porque el lápiz,
Como todos mis lápices, al gastarse,
Viste la piedra de olvido
Y no justifican las aspas
De lo que pasa en mí contigo
Y conmigo.
Ha de ser y es todo cándido
Mi espacio aunque tus labios
No puedan del directo presumido,
Porque para eso la presencia
La da mi pecho, que sobre todas
Las cosas, nunca nació hacia
El tuyo para estar prohibido.