Por un resquicio yo respiro
tras este muro nunca vencido.
Ya cuál destino?
La muerte ronda vacío el sitio.
Mi estado es crítico
de lo fatal vecino.
Lo dejo escrito
porque si no lo hago grito
o te asesino.
Sigo aún entre estas cosas
buscando lo que es digno
de un tal que se soporta,
impredecible en el espíritu.
Desaliento es lo que encuentro solamente por ahora,
una ausencia programada
que en su seno ya me ahoga
mientras siento que aunque duela yo también la necesito.
El silencio y el vacío ambos convergen en su frío
bajo el techo que me pesa y provoca estos suspiros
una noche más y otra.