Tormentas y horizontes:
La vida como un viaje inesperado
Estuve leyendo un análisis sobre la filosofía de la vida y me pregunté: ¿Qué siento cuando miro el océano? La respuesta revela mi visión de la existencia. Siento que, al principio, trazo el rumbo de mi vida con determinación. Pero entonces se desata una tormenta inesperada, las corrientes me arrastran a un lugar desconocido, y me quedo allí para explorar esas nuevas tierras. Al observar algo más vasto de lo que puedo comprender, algo que trasciende mi control, descubro una verdad: no importa cuán grande sea el barco que construya ni cuánto consulte mi brújula. Incluso si me sumerjo en las olas, ellas siempre me rescatan, me elevan y me llevan hacia horizontes inexplorados. Así, comprendo que la vida no se trata de resistir, sino de entregarme a la grandeza de ese instante, a la magia de dejarme llevar.