Todos se preguntan desde siempre
cómo habrá sido el origen del universo,
y hoy quiero meditar al respecto,
centrado en lo más profundo de mis deseos;
a fin de cuentas, nada pierdo,
y de paso, me entreno...
Pudiera yo existir, para todos los tiempos,
viviendo en un mundo sin estrellas,
si tuviese el poder inmenso para reunirlas,
encerradas en lo más profundo e impenetrable,
de una inconmensurable cueva,
de donde jamás de los jamases,
ni una gota de luz salir pudiera...
Entonces sería yo el dueño universal de la luz,
y si de pronto abriese la puerta de la cueva,
un golpe violento de luz inundaría el universo,
y sería yo el dueño único y poderoso,
de una lámpara indetenible y eterna;
que alumbraría hasta los confines de la existencia,
indispensable para que un día brotara la vida,
sobre la Tierra...
Entonces sería yo, simplemente Dios,
que triste y aburrido,
en la soledad de mi inexistencia,
produciría un BIG BANG insólito,
solo comparable con la grandeza de Einstein,
que en la soledad de su cerebro humano,
meditando como nadie hasta entonces lo hiciera,
concibió una de las ideas más originales,
que haya tenido ser alguno
sobre la Tierra...
Frank Calle (14/ feb/ 2025)