Viajo como el mar azul profundo hasta tu horizonte
donde descansan las iris
que enamoraron la luna.
Ahí, se amansan mis olas
Ahí, tu piel y la mía
Ahí, me quedo en espumas
que envuelven mi arena fina.
Porque en tu infinito cielo
tiñe mi azul más profundo
y ahí te entrego las piedras
finas de mis caracolas.
Es donde forma la bruma
sobre el nexo de este fuego
que me evapora en un vuelo
y hasta tu horizonte llego.
Ahí, descanso y me quedo
Ahí, mis olas, tu viento
Ahí, sin peso corpóreo
porque desmayada quiebro.
Ahí, sumerjo en ahogos
letras de pasado muerto.
Ahí, mi mar, tu horizonte...
Versos de este amor eterno.