Alexandra l

África, España… Ancestros

 

Bendito corazón, que sostiene mi alma,
tus palabras me llegan envueltas en la magia
en la paz que contagias con tu sonrisa clara
no dejes de decir, nunca calles; por nada.

La calidez palpita en su morena cara
que ha bañado la luna en las selvas lejanas
saturada la brisa trae aromas de acacia,
de llanuras inmensas, de ancestrales nostalgias.

África de misterios, que en cadenas atada
llegaste hasta mi tierra, con su valiosa carga
carne y alma encendida, sangrante, pura yaga
 vestiste  nuestros cuerpos con pasión y con gracia.

Bravíos corazones  bajo la niebla mansa,
en parajes dormidos, donde vive la muerte,
donde la vida canta, corazón renacido
 que guardas, lo que guardas.

Noche y día en la piel, sol y luna en el alma
cuerpos que se fundieron  tambores y guitarras
mezcla de ardiente ron, con romero y albahaca
Ébano y amapola, lo mejor de dos razas.

Un recorrido breve sobre historias lejanas
de penas y alegrías, amores y batallas
Isla que en el Caribe bendice las dos aguas
Y abraza con orgullo olivo y siguaraya.