Antonio Martín

A la vista de todos

A la vista de todos 
y con justa precisión,
en un abrir y cerrar de ojos,
lo contrario de la vida
que no es otra cosa 
que el dejar de existir;
allí se reclamó
a golpe de muerte,
un corazón dejó de latir.

 

¿Cómo pudo suceder 
en un santiamén?

 

Todo bajo control,
sus ideas, sus metas,
disponer del vivir,
sintiendo a placer...
¡Quien lo iba a decir!

 

Somos casi nada;
siempre estaremos
a las puertas del fin,
donde no existe la vida
ni podemos escapar,
un final más que inquietante.

 

El destino no fue
ni salvaje criminal,
más bien, la muerte de recogida
que si te apresa...
¡no dirás ni adiós!