Gustavo Echegaray

FURIA DE LLUVIA

Lluvia furiosa

 

Cae la lluvia de repente

como un puño de piedra,

como un látigo en mano

desgarrando la paz de la tarde.

 

No son gotas de consuelo,

no son besos de agua

sobre la piel de la tierra,

es el cielo desatado,

que con furia ciega grita

y golpea  sobre los techos

 

Las calles se han abierto

como venas desbordadas,

el miedo muerde los rincones

y el viento,en  su galope,

cierra  los ojos de los hombres.

 

Pero todo va pasando,

la lluvia ya se marcha,

con su tambor de lodo,

queda solo el vapor del suelo

que se eleva desafiante

desde  el vientre de los charcos.