Alexandra Quintanilla

14/02/2025

Hoy, pude haber tomado el teléfono y pedir que vinieras.
Créeme que no es porque no te quiera y,
no hay una razón injusta a tu favor.
Al final del día tomamos decisiones y debemos hacernos cargo de ellas.
Pues somos libres de elegir lo que deseamos y a cambio aceptar las consecuencias que conllevan.
No digas —Te quiero y no quiero que te alejes.
Después de haber roto las cartas que en tu ausencia guardé.
Porque decidiste tomar la parte fácil, entonces fue cuando me cuestione ¿Por qué esperarte cuando el tiempo me obliga a superarte?

Él, tomó por tanto tiempo las cosas a su favor,
hizo de mí una mujer miserable y,
yo y mi inseguridad…
Dejando tanto por ir detrás de él 
teniendo al cielo en mi poder.
No hay nada que remediar.

No voy a decir —Te he dejado de querer.
Pues asumo que hay sentimientos que no se dejan de tener.
La mentalidad que tenía antes, cariño,
me sumerjo a través de un constante cambio.
Que te quiera no significa que caeré otra vez a tus pies.
No digas solo lo siento cuando por tanto tiempo necesite más que eso.
Se necesita más que un par de rosas y unos cuantos caramelos para volver a ser.
Más que disculpas y gestos superficiales para volver.

Él, tomo las riendas por tanto tiempo que,
es este mi momento.
Yo, y mi inseguridad,
te puedo asegurar,
no existe más.