Estoy sentado.
Cansado de la vida,
no tengo fuerzas.
Y tengo miedo.
Espero tu llegada
desde el invierno.
Atrás quedaron
preciosas primaveras
con tantos sueños.
Luego veranos
con dulces realidades
siempre latentes.
Y esos otoños,
de bellos coloridos
para los ojos.
Pero el invierno,
llegó con sus nevadas
y barbas blancas.
Termina el ciclo,
me dicen los susurros,
de los cipreses.
Y yo suspiro,
el miedo me atenaza.
No tengo fuerzas.
\"Ya queda poco\",
me digo en el silencio,
\"estás muy cerca\"
Y es que, en la nada,
nacieron unos versos
cobrando vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/25