Heurística
He estado que te pienso y que te olvido,
mirando fijamente tu retrato
y es que esto, a mí me pasa a cada rato;
contigo, todo tiene ya un sentido.
Después de aquel adiós inmerecido,
he dado muchas vueltas como un gato,
pidiendo que cerremos nuestro trato
con tinta de Atenea y de Cupido.
Pues...
tú eres la razón de mi alegría,
la calma de todas mis tempestades
y el canto que me deja satisfecho.
Ya...
hoy tengo que decirte, vida mía,
no importa, en este caso, variedades.
Te doy junto a mi amor, todo mi pecho.
Samuel Dixon