No me escribas si tus letras no tienen sabor o carecen de rima.
No me escribas si las palabras que contienen son puras mentiras.
No me escribas si no puedes explicarme tu partida y tu ausencia.
Tampoco lo hagas por pura soledad o tristeza, no lo necesitas.
No me escribas para decirme que me extrañas y que sin mí estás harta.
No lo hagas, no me escribas, por favor, no hace falta; déjame vivir mi engaño.
No me escribas, ya han pasado varios años y ya de ti me estaba olvidando.
No me escribas, si vas a torturarme detrás de unas letras secas y sin sentido.
Pudimos ser mucho, pero fuimos poco; nuestro árbol cayó y con él sus frutos.
Estuvimos juntos en mayo y desapareciste en junio; no fue justo, fue muy duro.
No me escribas, porque me duelen mis ojos por contener estas dolorosas lágrimas.
Debiste pensar antes de marcharte; ahora quieres que me sirva de consuelo tus cartas.
No me escribas, ya para, porque hoy solo quedan los recuerdos de tus labios y tu cara.
No me escribas, tengo en mi memoria preguntas que flotan del porqué terminó nuestra historia.
Ya no me escribas, porque no tengo un borrador que pueda borrar para siempre esta nostalgia.