Javier Julián Enríquez

Renacer en medio del abismo

Verde esperanza, que el tiempo confía,

a quien la dulce madurez aguarda,

ya segura de hielo o nieve fría,

dará el sabor y la color postrera;

 

susurra el viento, la luna reclama,

y en su resplandor mi ser se derrama,

anhelando un mañana que permita

romper los grilletes de esta condena.

 

Ya el ocaso de esta vida marchita,

ya prisionera de su sombra, el alma

aun en la penumbra, su luz palpita;

 

así, en su fulgor, la noche suena

una melodía de esperanza y fe,

y donde el alma, libre, renace y ve.