Keiry Diaz

Sed.

Sacia... mi sed de tenerte entre mis piernas y con mi valle oculto despeinarte.

Llega al punto el cual tu ya sabes y bésame en el cuello para luego saborearte.

Tengo... noches y delirios de tu nombre que con tal fuerza resuena en mi cabeza.

¿Y el dia? Oh el dia, tan candente al sol que enciende cada acaricia y las lagrimas de nuestros cuerpos humedecen las sábanas.

Oh cuanta sed mi querida amada, una sed que nunca se calma aunque cada dia suelo yo a usted probarla.