Soy consciente de que algún día dejaremos de hablarnos, así que aprovechemos que el destino nos brinda otra oportunidad para compartir cada momento, que al fin y al cabo terminará convertido en lindos recuerdos. Recuerdos que un día se perderán en el olvido, junto a nuestros cuerpos envejecidos, donde el tiempo será el protagonista y nuestros nietos, los oyentes.