Los niños el frágil cuerpo violados
terminaron poco a poco
por hacer lanzas de sus lágrimas.
Los unicornios el único cuerno profanados
terminaron poco a poco
por hacerse de prosa las entrañas.
Las estrellas, la negra palidez dormidas
terminaron poco a poco
por aullar entre el recuerdo.-
Amalia Lateano