pasaba

Olor a poema

Para oler mis poemas tienes que

entregarte con la fuerza de los claveles,

con la inocencia de las flores que expuestas

al viento se declaran hijas del sol.

Para estar en mis poemas como sábana de papel,

te has envuelto en mis colores, te he dado mis sabores,

jazmines y violetas dibujando el alba tibia

y los senderos sinuosos del edén,

porque en ti diosa he sido y en tu fuego me he perdido,

bajo tu cuerpo mi piel he confundido,

arañando tu sombra, sorbiendo tu miel.

Para estar en mis poemas has volado,

me has renacido en tu cuerpo de marea,

en tu furia de un llano en llamas.

Animal bravío que a mi puerta llamas.

Tuya he sido en mi pluma, tinta indeleble de tu desnudez, 

y entre pétalos de rosa te revuelco en mis demonios

te hago poema y estatua de sal a su vez.

Para encontrarme en tus poemas me hago luna,

hierba buena, malva rosa, mitad hada y bruja de río manso,

provocando un diluvio de caricias.

Hablo con las rocas les prometo estrofas por

un segundo  nada más uno entre tus verbos.

Por ti arranco  estrellas, me despeño entre las olas, 

mar adentro mar afuera para que un día tu en mí escribieras 

P SABAG