Fecha de escrito: 09/02/2025
Esa esplendorosa vista
que se ve desde lo lejos,
muestra la fastuosa pinta
del suave pelo;
aquella esponjosa arena
de ti mucho ya me expresa,
pues es tu cara serena,
mucha pureza.
¿Qué decir del blando lodo,
que lleva tanta agudeza
como tu alma, un tesoro,
su sutileza?
¿Y, aún más, crecientes aguas,
la sangre de tus adentros,
tu presencia con el aura,
el sol contento?
Si ese es tu pulcro horizonte,
tu cuerpo, tu ser y tu estar,
tu corazón, tu preboste,
tu alma en el mar.
Esas delicadas olas,
que desvanecen tormentos,
son tus brazos que acaloran,
calman lamentos.
EL fascinante litoral
penetra en mis sentidos,
pues es tu corazón total,
tu habla el sonido.
Y, llegando hacia el abismo,
aunque oscuro se parezca,
lo veo con aventurismo,
es tu cabeza;
inmensa como la mía,
se ve bastante agraciada,
con tristezas y alegrías,
pero aliviada.
Destello de tu portento
que no me canso de admirar,
hace a mi shungo contento,
tu alma en el mar.