Ignacia.

21. Falta

No creo ser consciente de nada.

La serenidad pasajera que me brinda la ignorancia se ciñe ante mis hombros,

qué bajeza más grande.

Otro lugar donde mirar,

cuando busco entre las páginas tus pensamientos lo único que hallo es dolor.

Ignominia bendita.

Aunque creo que podríamos enfrentarlo,

con un castigo ardiente y las tardes despejadas.

Tumbados en la espesura,

tu mano purificada,

otro lugar donde mirar.