Va muriendo el amor en una tarde tan sola. Húmeda de besos tibios en boca que nadie nombra.
Aquí marchitan los lirios, la brisa deshoja las rosas y un aroma ya sin tiempo envuelve en cristal la aurora.
El jardín no tiene alas, el árbol no tiene hojas y en un olivo sin frutos se enredan todas las horas.
Y yo te sigo queriendo como se ama sin ropa. Herido de gotas secas y mudo de albas rojas.
Va muriendo el amor por noches que no se agotan, como una luna menguante, desnuda de luz y sombra.