Entre tú y yo, amor, hay algo que arde,
pero a veces el fuego también puede quemarme...
Te busqué, porque en tu piel encontré calor,
una necesidad que quema dentro, es puro amor.
Mi corazón gritaba, pero no escuché tu voz,
dejé que el deseo hablara más fuerte que mi razón.
Cerca pero lejos, amor, todo se enredó,
las paredes nos miraban y el aire nos falló.
Mi instinto me ganó, no entendí tus señales,
quise todo a mi manera, no vi tus verdades.
Tu “nooo!” me congeló, amor, fue como un viento frío,
no supe respetar ese espacio que era tuyo.
Y ahora estoy aquí, pensando en lo perdido,
entre el deseo y la distancia, me quedo confundido.
Amar no siempre es tener,
a veces es aprender,
que el respeto es una caricia
que va más allá de la piel.
Perdón si insistí,
si no entendí tu razón,
es que el deseo a veces ciega,
pero hoy pido tu perdón.
Cada kilómetro entre tú y yo se siente un abismo,
amarte desde lejos me obliga a ser yo mismo.
El tiempo me enseña que hay que saber esperar,
que el amor no es exigir, es saber respetar.
Si me das otra chance, prometo no fallar,
seré quien escucha, quien te aprende a valorar.
Porque en el fondo entiendo que amar es más que pasión,
es cuidar tus límites y escuchar tu corazón.
Entre el deseo y la distancia, amor, reflexioné.
Ahora entiendo que querer no es solo poseer,
es dejarte libre y aprender a entender.
amor, tú y yo, en otro ritmo, otro nivel,
pero siempre con respeto en el papel.
Entre el deseo y la distancia, aquí estoy,
esperando, aprendiendo, porque siempre serás mi amor.
JFAS 27-01-2025
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