El puente no teme al abismo,
la brisa lleva la calma,
a veces, se quiebra,
el puente busca la palabra,
el abismo enciende su seducción.
Puente: ¿Por qué detienes tus pasos?
Siempre hay una chispa entre las cenizas
en mi hay huellas sin destino,
sueños que nunca cruzaron hasta la orilla…
Abismo: ¿Por qué lo escuchas?
Soy el final. Tus alas no cargaran ningún peso,
mis aguas te esperan,
escucha su sonido es tu canto de liberación.
Alma: ¿Qué hay en tus aguas?
Abismo: las preguntas no buscan respuestas,
se disuelven como las lágrimas de la ausencia.
Y el olvido que buscas llegara al mar.
La inmensidad es lo único que diluye el dolor.
Puente: Pero se disuelven las respuestas,
en el abismo, solo encuentras el vacío.
La memoria es la única luz que te guía.
Alma: ¿Cuál es mi camino?
Puente: Cruza, aunque las sombras
oscurezcan tu corazón,
y tus pies tiemblen en la tierra.
La vida, aunque duela, es la única huella
que te lleva a encontrar lo que buscas.
Abismo: Si cruzas perderás la calma del olvido.
Alma: He visto peces navegar
contra la corriente de un rio
en búsqueda de su origen,
prefiero la incertidumbre que duele,
a una quietud sin memoria.
La esperanza es el puente que une
el tejido de tu alma con la vida.