De vez en vez, me encuentras,
Bajo la agonía de un sueño roto,
Antes de diluirme, me salvas.
No lo entiendo,
Quizás te salvé alguna vez,
Cuando algo en ti estaba al borde de desmoronarse,
Pero aún así, ese encuentro fué accidental.
No te extraño, te tengo presente en mi, y eso me entristece, siento nostalgia por ti a pesar de no conocerte,
Fuiste la última obsesión de mi corazón,
Podré perder la razón,
Y aún así, el cariño que siento por ti, vive.
Podré ser un zombie, pero si algo todavía late, fué gracias a tí,
Por eso sí no estás, da igual, siempre estaré para ti,
Te ofrezco la condena del último resquicio de mi inocencia,
Soy tuyo de algún modo,
Soy el cadáver del que te adueñaste, porque fuiste quien me abrazó en ese último momento de lucidez.