Nací donde el viento arrulla las sierras,
donde el río es espejo de soles dorados,
en tierras de verdes eternos abrazos,
y caminos de polvo, senderos sagrados.
Mi infancia fue río, fue selva y rocío,
olor a ganado, a tierra mojada,
paseos en barca, estrellas de noche,
susurros de peces en aguas calladas.
La escuela, los juegos, la risa temprana,
cometas al viento, amigos de infancia,
la vida en el monte, libre y salvaje,
con manos inquietas y el alma en danza.
Luego fue el viaje, el cambio, la urbe,
casas sencillas, barrios de sueños,
nuevos senderos, patios de risas,
perros guardianes y calles sin dueño.
Pero en mi pecho, como semilla,
late el recuerdo de aquellos días,
del río, del viento, del sol en la brisa,
de la raíz que aún me guía.
JFAS 18-02-2025
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