Ricardo Castillo C.

EL AMOR: UN JUEGO DE SOMBRAS

El amor… perseguido por unos,
evitado a duras penas por otros.
El mayor de los sentimientos, en su seno,
el mayor de los dolores reflejados en el rostro.

Añorado por los desolados,
desprestigiado por los dañados,
cientos de cerebros inmolados,
miles de corazones arañados.

No te dejaré nunca, aunque me duela,
y tampoco te quiero cerca, aunque me quemes.
Cúmulo de contradicciones, vivir es ser cautivo,
siempre te amaré, mentira tenue en mi alma que arde.
Una puerta se cierra, otra se deja entreabierta,
y en mi pecho, tu sombra permanece alerta.

Siempre nos quejamos de esta vida incierta,
échame de más, que yo te echaré de menos,
indispensable dosis de celos,
mira atrás, hallarás tormentos que arden en veneno.
En el futuro, solo en la niebla, espera el cielo.