Dolor de clavo en tus ojos
jazmín y nieve en tu pelo
mil romances en tus labios
y mil nanas en tu pecho.
Mil surcos recién arados
regados con sangre y duelo
un pozo lleno de espanto
y un llanto de mil pañuelos.
Con maldad y cobardía,
te fusilaron los sueños
y entre rojizos claveles
los buscaste entre los muertos.