Bajando mi mirada, de rodillas, al cielo alzo mis brazos
Debilitados ya, por luchar en la guerra santa de tu nombre
Cansado estoy ya de luchar en contra de los 7 monumentos
Llorando, te pido una respuesta
En el silencio busco el suspiro de tu aliento
En la oscuridad, el cielo ha vestido de negro
La mente se aferra a no perderse en el recuerdo
Pero mi fe permanece incorruptible e inquebrantable
Entonces pude ver tus ojos
Los ojos de Dios
Que lloraban junto a los míos
Al calzar del dolor
Al danzar del trueno.