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Mi respiración se aquieta,
que acompasa el murmullo del manantial,
limpio y claro.
Un latido resuena en mi pecho, c
omo el eco de un cóndor
planeando sobre mi hombro en reposo,
su sombra extendida
como un susurro de viento antiguo.
*
La lava del volcán ruge en mis venas,
un fuego contenido
que se derrama en cada mirada,
en cada roce de piel.
No hay palabras,
solo el lenguaje silente del hibisco
abriéndose al sol,
un pacto entre la luz y la tierra,
símbolo de lo que somos en el encuentro.
*
El amor es esto:
la danza de los elementos en el interior,
la fusión de la calma con la tormenta,
del agua con el fuego,
del aire con la tierra.
Es el instante suspendido
en el que todo cobra sentido,
sin prisa, sin poseer,
solo dejando ser.
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A.B.A. 2025©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina
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Imagen: Hibisco - 2018
Tinta/Óleo 50 x 70 cm
Dimas Lara