MAQUIAVELICA

Afinidad eterna

Eres la pausa entre latidos,

la brisa tenue que alivia sin ser vista.

Te encuentro en los ecos suaves de un ayer compartido,

en las sombras delicadas que la memoria acaricia.

 

Tu risa es la quietud en medio de la tormenta,

un murmullo de luz donde habita la calma.

Hay un hilo invisible que el tiempo no rompe,

un pacto callado entre almas que se reconocen.

 

Aun cuando la vida nos disperse como hojas al viento,

habitarás siempre en los pliegues de mis recuerdos,

como una melodía que persiste cuando todo calla,

como un faro que guía incluso en la más profunda niebla.

 

Hoy, en este instante suspendido,

te celebro sin palabras grandiosas,

solo con el silencioso latir de saberte cerca, siempre.

 

Eres la raíz que la tormenta nunca pudo arrancar,

esa brisa que acaricia los silencios que el tiempo dejó atrás.

Nos hallamos entre las grietas de un mundo que se desmorona,

y aún así, tejimos galaxias infinitas con palabras que nunca se perdieron.

 

Tu risa, una luz en la niebla de mis días grises,

tu abrazo, un refugio donde hasta el invierno olvida su nombre.

Eres el eco suave de una canción que nunca acaba,

una estrella que se negó a caer, brillando en cada despedida.

 

En los rincones de la memoria donde habitan los ayeres,

te encuentro como un susurro eterno que se niega al olvido.

Si alguna vez el mundo nos arroja al abismo de la distancia,

sé que seguirás danzando en cada latido que me habite.

 

Eres el verso que nunca escribí, pero siempre supe,

la flor que el otoño no pudo marchitar.

Hoy, mientras el viento trae murmullos de otros tiempos,

te celebro como se celebra lo inmortal:

con gratitud, con amor, con cada estrella que aún respira en el cielo.

GRACIAS POR EXISTIR AMIGA MIA..

MAQUIAVELICA