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El TikToker vs. El Influencer

En la esquina izquierda, con su cara de juventud,

el TikToker baila, grita, y se olvida de la virtud.

Con un video corto, que no tarda ni un segundo,

creyendo que su hype es el rey del mundo.

 

Con sus labios pintados, y mirada de estrella,

se graba todo el día frente a la cámara, sin cautela.

\"¡Miren mi look!\", exclama entre saltos y giros,

pero solo hay sombras de filtros y delirios.

 

En la esquina derecha, el Influencer, muy formal,

con un té en la mano, y su marca personal.

\"¡Sigue mis consejos!\", grita con voz de sermón,

mientras su vida real parece una lección.

 

\"Este es el outfit\", muestra con una sonrisa de editorial,

y su vida parece sacada de un catálogo comercial.

\"Sígueme y serás feliz\", promete con todo su ser,

pero no se atreve a salir de su sofá a ver qué hay a su alrededor.

 

El TikToker hace un trend, moviendo las caderas,

y mientras tanto, el Influencer se vende entre banderas.

\"¡Miren mi estilo!\", dice el de los millones,

pero el de TikTok prefiere romper todas las canciones.

 

El TikToker desafía la gravedad y las leyes del buen gusto,

y al Influencer le cuesta sacar una sonrisa justo.

Con un café en mano, y su piel perfectamente iluminada,

la verdad de su vida, en sus stories, jamás revelada.

 

El Influencer posa con su taza de té,

con frases profundas y consejos de café.

\"¡Dale un click a mi enlace!\", exclama muy serio,

mientras el TikToker hace un paso improvisado y etéreo.

 

Ambos quieren la gloria, el título de rey,

pero se olvidan de que nadie les cree.

Uno con filtros y sonrisas de plástico,

el otro con bailes que no son tan fantástico.

 

\"¡Miren mi nuevo auto!\", dice el influencer, muy tranquilo,

y el TikToker lo responde con un filtro de unicornio en su filo.

\"¡Mi vida es perfecta!\", ambos gritan sin cesar,

pero nadie les cree, aunque sigan brillando al azar.

 

El TikToker ríe mientras hace un salto mortal,

el Influencer posa con su celular, muy profesional.

\"¡Sígueme y encontrarás el amor de tu vida!\",

mientras el de TikTok se lanza a la piscina sin medida.

 

Al final del día, solo hay una verdad,

en el mundo virtual, todo es vanidad.

El TikToker y el Influencer, con sus bromas y risas,

se pelean por el trono, pero la reina es la prisa.

 

Ambos necesitan likes, seguidores y aplausos,

pero al final del camino, no saben qué abrazos.

Porque el único que ríe al final de esta batalla,

es el espectador, que sabe que todo es una falla.