Llueve en las montañas hay armonía en las
gotas que cubre el cristal de la cabaña.
Tantos años, tantas veces este mismo paisaje
no deja de llenarme de sorpresas.
Desde el amanecer despertando la vida
a la tarde que trae solo a veces un poco de nostalgia.
Es el silencio que envuelve es una fuerza que atrapa
claro oscuro del bosque por donde escapa el alma.
Esa magia ancestral que esconden sus entrañas
es inmensa poesía que el verbo no le alcanza.
Esta tierra bendita de indomable belleza
que se arropa entre nubes para tomar su siesta.
Sé que al final del tiempo y la vida sea calma
entre cielo y montaña esperara mi casa.