La Bruja Irreverente

Aquí Yacen..

Aquí Yacen..

 

Aquí yace un hombre sabio,

su boca calló, pero su ego no.

La tumba nunca lo contradijo.

―― ✝ ✝ ――

 

Murió buscando la verdad,

pero se le olvidó que la mentira

ya tenía la última palabra.

―― ✝ ✝ ――

 

 

El sol ardiente nunca pudo calmar,

su mente quebrada, sus ojos en tormento.

Cada pincelada, un grito ahogado,

cortó su oreja en un episodio de crisis mental,

vivió aislado, sin ser reconocido en su tiempo

en el lienzo quedó lo que en vida no halló.

―― ✝ ✝ ――

 

 

Vivió entre la catástrofe de la guerra,

su alma marcada por la pena y la cárcel.

Cantó a la vida, pero la muerte lo silenció,

su pluma fue su única arma.

\"El hombre acecha su destino\", como él lo vio.

―― ✝ ✝ ――

 

 

Su pluma fue su único grito de libertad,

pero la página nunca escuchó su agonía.

Se envolvió en versos que nunca le hicieron justicia,

y murió buscando un llamado que nunca llegó.

Solo su tinta permaneció, testigo de su derrota.

―― ✝ ✝ ――

 

 

Su cola dejó de moverse en un alarido,

un golpe brutal apagó su alegría.

Era más que un compañero, era mi familia,

en su mirada aún latía la confianza rota.

La mano que lo mató nunca sabrá el daño que me ocasionó.

―― ✝ ✝ ――

 

 

Vagó entre rostros que nunca lo miraron,

su cuerpo un estorbo, su alma invisible.

El hambre fue su dueña, la calle su condena,

en el frío se apagó, sin grito, sin llanto.

Nadie lo lloró, nadie le dio consuelo,

su muerte fue solo un desecho más en la acera.

―― ✝ ✝ ――

 

 

La Bruja Irreverente, futura dueña del cementerio literario.