Felicidad alcanzada, es la libertad de ya no querer elegir
Suprimir los intentos de fuga
Cortar la ruta de los senderos que se siguen alzando
Y estar feliz con ese horizonte que aparece al frente
Respetando su inalcanzable distancia.
Reposar los pasos hasta un hasta luego
Con una pausa que intenta ser eterna
Cómo la dulce voz que se siente en la piel
Y nos dice muy profundamente, solo quédate.