Promesa
Lo triste de ser viejo es ver la muerte
de tantas esperanzas concebidas
y aguardar que el ayer nos las devuelva
si el amor es un río interrumpido.
Navegamos en él o nos hundimos,
de cierto, alguna vez nos hundiremos
y los remos que ahora avanzan presto
lo harán pero hacia el fondo, ya sin tino.
Llega la hora de volver la espalda
hacia atrás y al extremo del olvido
y arrebatar migajas al pasado
hundido en la memoria disminuida.
Te voy a rescatar, te lo prometo,
no importa si tu nombre lo he perdido
y confunda tus ojos con la noche
y los labios que te han sobrevivido.
Porque tú estás en mí, aunque no sepa
como decirlo con mis palabras grises
en esta oscuridad llena de angustia
de mi barca sin remos y sin río.