Alegrémonos, pues es la vida
el misterio de los misterios,
que ante el dolor los cementerios
contemplan la salida.
Bendito dolor que nos subyuga.
Que nos recuerda la existencia
que no pretende irse a la fuga
sin obtener resistencia.
Vida que se acomoda en concierto
donde se tocan dolorosos instrumentos,
unos más afinados con acierto,
otros perdidos en tormentosos momentos.
Pero más allá del dolor que es una esencia.
algo de manera explosiva quiere expresar
y que no es por sufrimiento, ni por el rezar,
sino por el significado de nuestra presencia.