son murciélagos sordos,
oscuros, mudos, fugaces.
noctámbulos, tenaces,
misteriosos y vilordos.
untan eructos gordos,
rasgan el aire en sorpresa.
con dentadura gruesa,
invaden sueños plegando;
eco localizando,
la noche entrega a su presa.
..
Al vuelo, su sombra avanza,
gris, silente al castigo.
oscuridad es su abrigo,
su gruñido es su lanza.
sin voz, su eco nos alcanza,
ofreciendo trasbordo.
ritmo en caminos de un gordos,
danzan en beneficio.
obvio, los ciegos de oficio,
son murciélagos... sordos.
Odas de un bebé pingüino