Allá tras la ventana
me mira la soga que sostiene tu mundo,
incesante mirada que cruje mi alma,
mientras en mi garganta se deshace un nudo.
¿Qué es la rabia?
me pregunta un hombre solo en la isla,
mientras urga con sus dedos
lo que un día fue.
¿Quién osa cuidarme?
El corporeo deseo que es infinito pero efímero.
¿Dónde la nota de la discordía?
en la arritmia
de la que el corazón quiere despojarse.
Copa de sed, que me pide el cuerpo,
radiantes esperas en las que se baña mi ansia,
interrogantes cómodos
en los que se refugia mi alma.