En su silueta tan bella
se encontraba la esperanza;
que ofrecía la sonrisa
que genera luz perfecta
que guarda de amor la flama.
De su presencia serena
y su mirada tan clara;
nacían auras divinas
hechas de bellas estrellas
que acariciaban el alma.
Igual que princesa griega
de lozana y fina estampa;
vestía como Afrodita
de frescas y finas sedas
que mis ansias despertaban.
Autor: Aníbal Rodríguez.