Se me deshace un amor
entre mis manos pequeñas,
como ese sueño que sueñas
que al despertar es dolor.
Es hacia mí mal deudor
pues no da lo que le pido,
lo que había prometido
bajo una señal del cielo,
y ha dejado de modelo
a un vacío bien vestido.
Y tanto duele, que duele
como una paz con enredo
cual engaño ante un credo
que a la esperanza repele.
Nada hay ya que no desvele
que la luz de la alegría
era un brillo de utopía
en una muy bella corona,
que abrió sus alas burlona
y al volar, nunca fue mía.
Ha caído un cuerpo al suelo
y se arrastra ante una ausencia,
labio y tierra por clemencia,
tierra y labios por un duelo.
Queda desnudo el modelo
con desnudez apagada,
queda el llanto en la mirada
como pasión de locura,
como flor de sepultura
por ceniza alimentada.
Nada en la vida es eterno
mas nada muere del todo,
y pasos en un periodo
dan el final a un invierno.
La señal en mi cuaderno
es un pétalo rosado,
por los labios del pasado
que se quedaron sin vida
y al tocar tierra dormida,
fueron por ella besados.
***
Madalen