Atrás de todo lo que ansío está el frío y su mal gasto de energías
hasta el tacto que lo aísla en un rincón lejos del ruido
y más catástrofes de las que puedas presumir tú en un desvarío
si también conmigo esto idílico relacionas al laberinto que nos hizo
tan personas que se gozan por instinto ya sin normas opresivas
que nos dicten el sentido de lo visto entre callejones y alcantarillas.
Donde sea no hay camino en esta noche casi mística que la descifra aquí el olvido
de sus síntomas agresivos por lo mismo que me alivian de una vida tan que así.
La mordaza si es asfixia más motivo para ir movido por los límites de mí
pisando el círculo hechizado hacia un efecto que me sienta corrosivo
sin decir salvo otro día de compañía al anterior que no se ha ido
ni lo obligo mientras siga yo feliz ya porque existo aunque peque de infantil.
Alto el astro al que siempre aspiro hay detalles fuera conspirando
por mi fantasía reducir hondo en el sitio que me elige como fin
al contínuo sufrimiento y la mentira convertida en dardo o proyectil.