En el albor de un día que empieza,
te encuentro en la brisa, en la luz que expresa.
Cada instante es un regalo, un susurro divino,
un eco del alma que nos guía en el camino.
Dejamos atrás el ruido y la prisa,
bailamos en el ahora, en esta dulce brisa.
En la sencillez de un gesto sincero,
celebramos el presente, un amor verdadero.
Cada mirada es un canto, cada risa un fervor,
en este momento, descubrimos el amor.
Porque en el ahora, donde todo resplandece,
hallamos la magia que en el corazón crece.