No sé qué tienen mis noches, las sábanas o la almohada. Cuando quiero dormir y tu no estas en mi pensamiento, pareciera que también te llevaste mi sueño. Tiembla mi insomnio inerte al querer acariciarte con un sollozo y tu ausencia ciega la razón y desaparece tu imagen y el insaciable deseo de ti, me hace recordar que aún no te tengo y al escribirme me doy cuenta ¡estoy cerca!
Eres la necesidad primera de mis noches. La puerta que me introduce a ese océano de letras gratificantes, el oasis que sacia mi sed y angustias, cuando la luz de tu mirar me lleva a tu alma desnuda, que busca la sombra de mi desespero, iluminando el camino que conduce al amor bendecido, buscando la realización del milagro de amanecer en ti, en un sueño compartido.
La noche avanza silenciosa de la mano del insomnio y no hay ningún pensamiento que detenga su paso. No sé qué tiene tu ausencia que vacía mis noches y las ganas de soñar, de dormir, de salir en un sueño astral y llegar a ese lugar donde de noche se encuentra tu alma con mis letras y te hace venir, de cualquier lugar a besar mis labios y llevarme contigo, envuelto en tus letras.
Cuando llega el sueño, se acorta el camino que conduce a ti. Siento tu presencia y te enredas en mis sabanas y en lujuria sueña con la ternura de tus besos que saben a la gloria del realismo mágico. Soñando me tienes; Tu luz acaricia mi espera, Té busco por todas las esquinas del deseo, desvaneciendo tus temores y en un beso vencimos el insomnio contigo a mi lado.
No sé qué tienen mis ojos que al verte me llevas de cualquier lugar hasta el regazo de tu soledad compartida. Al llegar la noche desnudo el pudor y entre sombras acaricio tu espera junto al rayo de luna que entra por la cortina de la felicidad, trayéndote a mi cama como en un sueño. Ahí estas junto a la magia de dormir sin ti y despertar contigo. Soñando te tengo y me tienes.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO