Cristian Jovani

EN LA CUMBRE

Querer dormirme para no amanecer.

No quiero oír el sonido

de la ironía aceitunada,

los menoscabos a sangre fría.

 

No es demasiado pedir

a las ondas del aire un desahogo,

al olor a leña un alivio de espíritu,

y a está luna su llenura plateada.

¡Oh! Tierra que sujetas la pastura

aquel animal llora conmigo

y todo se esparce puro en los leños;

por las hojas, y la casa.

 

¡Ah, mi Cristo vivo…!

sueño subir a ti

cuándo se me despliega el alma partiéndose…

Que buenas son mis plañideras;

son mis osirias en la cumbre

con el fulgor y tu tacto precioso.

 

Christian Jovani

(Derechos reservados del autor).