Te extraño en la rutina de mis semanas,
donde yace mi ser, ausente de mí mismo.
Ahora y después de ti soy esclavo de mis pasiones, como ahora que te escribo, ahogado
en la duda por tu regreso.
Atrapado en estas cuatro paredes,
rindiéndome más allá de la existencia, detrás
de la puerta, detrás
de ti.