Igual que el ave su plumaje
así cambian las penas
renovar el paisaje de otoño gris
a la vibrante primavera.
Sentir renacer la esperanza
creer tan sólo en hoy,
mañana no ha llegado, aún espera
¡La vida es bella!
Abrir los ojos verter todas las lágrimas
en las aguas de mayo, respirar la brisa fresca
que nos trae aroma a tierra recien roturada
depositar semillas de esperanza, nueva cosecha.
Recortar el cabello a la nostalgia
para que no se enrede la ilusión
que despierta risueña, una y una vez más
un nuevo aire de pasión al corazón.
Atando abanicos de colores
a la garra sutil de la tristeza
el sol de media noche alumbra
nuestro tiempo de amar, el alma sueña.
Dos canastas en medio del camino
de recibir y dar…Tan solo es elegir sin pánico
¡Un nuevo caminar! Tras la puerta el tiempo
invitando a avanzar, pues nunca espera.