El amor es la semilla
que crece en el corazón,
que nos muestra ese fervor,
la grandeza de la vida;
es la luz que reconcilia
a las criaturas de Dios,
despertar cuanto heredó
aquella aurora tan prístina;
es la fuerza adormecida,
es esa interior antorcha
que espera ser reactivada;
una serpiente que excita,
una universal corona
de un ser que activa su alma...