El niño levanta su mano inquieta,
pero el maestro no lo contempla.
\"Así son las reglas\", dice el cuaderno,
\"solo repite, no des problemas\".
En la pizarra, verdades viejas,
siglo tras siglo, la misma estrategia.
Nos graduamos con mil respuestas,
pero sin alma para entenderlas.
Y el niño que un día buscó sentido,
aprende pronto que está prohibido.
Pensar es falta, dudar es castigo,
y el aula es tumba de los atrevidos.