Con un nudo en la garganta
y dejando el corazón,
partía el migrante
del lugar que lo crió
Con orgullo y esperanza,
con amor y con dolor,
Prometía a la tierra,
a los árboles y al sol
Volvería a abrir la puerta
del lugar que lo crió
En un mundo muy extraño
el migrante se encontró
De una lengua inteligible
que en verdad nunca entendió
de un cielo gris y triste
y sin aire de calor
Lloraba por su padre
y su madre a quien dejó
Intentaba, él, ilustrar
al lugar que lo crió,
A las flores que crecían
en los árboles de sol
A las risas y a las brisas,
a las olas y el calor
Y a sollozos él lo hacía,
le faltaba el corazón
Nadie sabe cómo amarle
¿Cómo ha de explicarles?
El que nunca vio las flores
y jamás sintió el calor
Solo ve a un hombre triste
no le han visto el corazón
¡Oh migrante desolado!
de nostalgia acorralado
Tocará plantar raíces,
Tocará extrañar el sol
Que tu casa no te espera
y te falta el corazón.