Te pienso y odio.
Te veo, y sabiendo que eres feliz,
odio.
Me odio a mí por no ser aquel.
Lo odio a él por ser él.
Y tú ni piensas mal de mí.
Si supieras que soy un egoísta...
Porque quisiera que me necesites,
que creas te soy útil,
y que, en fin, me pienses.
Tú eres más que eso.