La verdad se escribe en el aire como suspiro de alivio.
La verdad se escupe alto y claro.
La verdad predomina por encima de cualquier mal.
La verdad no se justifica, se respeta y se protege.
La verdad sustrae sentimientos encontrados, desenreda elementos inútiles, y prevalece como la luz de la vida.
La verdad sólo tiene un camino y se desangra ante el dolor.
La única verdad escenificada, engrandecida y amada es gritar:
¡No a la guerra!
(Gloria Villanueva)